Los avances de los últimos años en la medicina veterinaria han permitido que la gran mayoría de los animales de compañía hayan aumentado en gran medida sus expectativas y calidad de vida.
Debido al desvelo de la industria alimentaria, farmacéutica, al trabajo de los veterinarios y al creciente interés de los propietarios, nuestros perros llegan con mayor facilidad y mejor estado de salud a edades avanzadas, a lo que se conoce como animales geriátricos o senior.
¿Pero que es lo que diferencia a un perro senior de un perro adulto? La respuesta es sencilla a la vez que contundente: su vulnerabilidad.
El envejecimiento de cualquier ser vivo no debe tomarse nunca como similar, parecido o comparativo a enfermedad; un perro de 10 años puede disfrutar de un mejor estado sanitario que un animal de seis, dependiendo de los cuidados recibidos durante su vida, del padecimiento o no de distintas enfermedades… el envejecimiento dependerá finalmente de numerosos factores como los genéticos, los ambientales y los nutricionales.
Estas conclusiones parten de una posible definición de envejecimiento: “aquel proceso biológico complejo que determina la reducción progresiva de la capacidad de un individuo para mantener la homeostasis (condición de equilibrio corporal en lo referente a temperatura, reacción química, contenido líquido…) durante situaciones de estrés fisiológico interno y estrés ambiental externo, lo cual aumenta la vulnerabilidad a la enfermedad y termina por conducir a la muerte”
Como veremos un poco más adelante, la nutrición optima de estos animales será capaz por si misma de retrasar o eliminar las tres principales causas de mortalidad no accidental en los perros que son: el cáncer, la enfermedad renal y la enfermedad cardiaca.
El envejecimiento se caracteriza por producir en el animal cambios progresivos e irreversibles; la velocidad a la que ellos se producen dependerá de multitud de cambios tanto extrínsecos como intrínsecos.
Se considera que los perros son senior o geriátricos entre los 7,5 y los 13,5 años de vida, dependiendo principalmente del tamaño del animal en su edad adulta; los perros pequeños tienden a vivir más que los perros grandes, pudiendo su expectativa de vida superar los 20 años.
Siempre hacemos comparaciones de la edad de nuestro perro con la nuestra… la forma más fiable para perros pequeños y medianos, así como para felinos domésticos, es la siguiente:
- El primer año de edad corresponde a unos 15 de una persona.
- El segundo año de edad corresponde a unos 24 de una persona.
- Cada uno de los años sucesivos corresponden a cuatro de una persona.
Ejemplo: un perro de 9 años tendría en «años persona»:
- 24 años de los dos primeros + 4 «años persona» por cada uno de los siete años que quedan para llegar a nueve (28 años); en total, un perro o un gato de nueve años tendría 24+28 = 52 años persona.
Como decíamos anteriormente, las razas grandes y gigantes maduran más lentamente y sus expectativas de vida son más cortas que las razas pequeñas. En este tipo de animales el cálculo de «años persona» sería: el primer año como doce de una persona y cada uno de los años siguientes como 7 de una persona.
Ejemplo: el mismo perro de 9 años, si fuera un San Bernardo, tendría doce «años persona» de su primer año + 7 «años persona» por cada uno de los 8 que le quedan para llegar a nueve: 12 +56 = 68 años persona.
Si no queremos perdernos con sumas y restas debemos tener presente que todos los perros y gatos de siete o más de siete años (7,5) son considerados senior. La única excepción a tener en cuenta son las razas gigantes que deberían considerarse senior desde los cinco años de edad.
Si nos centramos por un momento en la nutrición y en el manejo de estos animales debemos pensar que los objetivos tanto en la alimentación como en los cuidados del animal anciano (Senior) son aumentar y mejorar la calidad de vida; para conseguir estos objetivos debemos tener presentes los siguientes puntos:
- Atacar los problemas existentes.
- Eliminar o disminuir los signos clínicos de enfermedad que el animal padece.
- Controlar y prevenir el desarrollo y la evolución de las enfermedades propias de la edad.
- Mantener un peso correcto.
Una alimentación y un ejercicio adecuado a la capacidad del animal senior son puntos fundamentales para cumplir estos objetivos. La actividad física adecuada a la edad proporciona:
- Adecuado tono muscular.
- Mantenimiento de la masa corporal.
- Estímulo de la circulación.
- Favorece la eliminación de excrementos.
La alimentación de los perros senior debe ser manejada con el asesoramiento de los profesionales; para que un animal de edad avanzada reciba el aporte nutricional adecuado a sus características individuales, debemos realizar una evaluación previa del estado físico del animal; los cambios fisiológicos asociados a la vejez y las enfermedades de mayor prevalencia requieren una atención especial.
Una vez realizada la valoración previa se elegirá un alimento especialmente diseñado para los requerimientos de los perros de esta edad; pero aquí no termina la labor… el propietario deberá asegurarse de la ingesta diaria y de las posibles variaciones en la condición corporal del animal; estos parámetros pueden ser claros indicadores de procesos patológicos subyacentes.
En referencia a los nutrientes del alimento, estos deben cumplir con las siguientes condiciones:
- Agua: los perros senior tienen una mayor tendencia a la deshidratación (medicamentos, alteraciones renales…) por lo que el acceso a agua fresca, limpia y en cantidad suficiente debe asegurarse.
- Energía: el envejecimiento se asocia a una reducción de la masa muscular, a un aumento de la grasa subcutánea y a una posible disminución de la temperatura corporal; estos animales suelen ser menos activos. Por ello las necesidades energéticas son variables y se fijarán dependiendo del estado general y el peso del animal.
- Fósforo y Calcio: la enfermedad renal suele afectar hasta a un 25% de los perros senior; por esta razón es importante que el alimento ofrecido no aporte un exceso de fósforo; se ha constatado que un control en la ingesta de este mineral en la alimentación de los perros senior retrasa la progresión y la gravedad de la enfermedad renal.
La osteoporosis es importante en personas, pero no afecta clínicamente a los perros; la deficiencia de calcio en un perro solo podría presentarse en el caso de alimentarse exclusivamente de alimentación casera no equilibrada.
- Proteínas: en el caso de las proteínas existe cierta discrepancia entre los investigadores; unos argumentan la necesidad de un mayor aporte de proteína debido a las pérdidas de masa muscular que padecen los animales senior… por otra parte, otro grupo de investigadores sugiere un menor aporte proteico por la prevalencia de patologías renales en animales de más de cinco años.
La conclusión es que deben tomar la misma cantidad de proteína que en el estado adulto, pero proteínas de mayor calidad.
- Grasa: una baja ingesta de grasa contribuye a prevenir la obesidad… pero en ciertos animales senior que tienden a perder peso, una mayor proporción de grasa en el alimento facilita una mayor ingesta de energía y mejora la palatabilidad y el aprovechamiento de las proteínas. Los niveles de grasa del alimento deben satisfacer la necesidad energética requerida para alcanzar el peso y la condición corporal ideal teniendo en cuenta la “individualidad” de cada individuo.
- Fibra: los perros senior suelen presentar problemas de estreñimiento, por lo que el aumento de fibra en la dieta está plenamente justificado; pero la fibra no solo favorece una correcta actividad intestinal… el incremento de fibra en la dieta de los animales mayores ayuda a controlar la tendencia a la obesidad y reduce los problemas glucémicos en animales diabéticos.
- Textura del alimento: uno de los grandes problemas de los animales de edad avanzada es la enfermedad dental; los alimentos ingeridos también pueden ayudar a reducir y prevenir este tipo de problemas; una dureza, estructura y composición adecuada del alimento será fundamental para proporcionar una correcta salud oral a los perros ancianos.
Por todo lo anteriormente enumerado, los animales senior deben ser revisados periódicamente para evaluar la posible presencia de patologías en estas áreas (es ideal, al menos, un examen anual).
Estos estudios realizados por el profesional permitirán definir los problemas con exactitud, la calificación de los mismos según una escala de prioridades y el establecimiento de planes diagnósticos y terapéuticos completos.
A continuación podremos tener una idea clara de que “fallos” pueden producirse en los distintos sistemas del perro Senior y por qué es necesaria una revisión anual de los mismos:
- Órganos de los sentidos:
. Disminución de la capacidad olfativa, lo que provoca un menor interés por el alimento, disminución de peso…
. Las percepciones sensitivas disminuyen:
. Audición disminuida: existen autores que indican que la perdida de audición se produce de forma previa a la perdida de visión pero que no se aprecia hasta que se combina con la segunda.
. Agudeza visual disminuida: la posibilidad de pérdida de la visión aumenta con la edad y es muy elevada en perros de 12 a 13 años, por la formación de cataratas.
- Sistema gastrointestinal: la enfermedad periodontal es una de las enfermedades más comunes en los perros de más de dos años de edad… por tanto, en los animales senior, su incidencia es de gran importancia; además de la enfermedad periodontal, las gingivitis, la pérdida de piezas dentales, la disminución de la producción de saliva, las úlceras en la boca… producen una menor «entrada» de alimento, estreñimiento, vómitos y disminución del apetito en los animales de edad avanzada.
Pero los problemas gastrointestinales no solo parten de la boca; existe disminución de la función hepática, peor absorción intestinal, peor movilidad del colon… Estos cambios son los responsables de estreñimiento, flatulencia…
- Sistema hormonal: Los tumores adrenocorticales son más comunes en perros geriátricos; existe disminución de la función tiroidea (hipotiroidismo) más común en razas medianas a grandes de edad mediana a avanzada; también disminución de la función endocrina del páncreas… estos cambios producen una alteración del metabolismo, posible diabetes…
- Sistema tegumentario: la presencia de tumores cutáneos suele afectar a los perros a partir de los diez años; la mitad de estas neoplasias son malignas y la otra mitad suelen ser benignas; entre las neoplasias más frecuentes en el perro, de mayor a menor incidencia tenemos; lipomas, mastocitomas, hiperplasia de las glándulas sebáceas, adenomas y papilomas.
También podemos decir que la piel de estos animales mayores sufre una clara pérdida de elasticidad y que el pelo suele presentarse en mal estado.
- Sistema urinario: la disminución o la falla de la función renal comienza (promedio) a los siete años; este problema es la segunda causa de muerte no accidental en nuestros perros.
Los riñones de los perros senior son más pequeños y más “sensibles” que los de los animales jóvenes y adultos; ello suele deberse a una reducción del flujo sanguíneo renal, a una dificultad para concentrar la orina…
Para evitar los problemas de falla renal debe manejarse adecuadamente la ingesta (excesos) de fósforo, proteínas y cloruro de sodio.
- Sistema reproductor: los trastornos reproductores son comunes en los perros de mediana y avanzada edad; los problemas prostáticos son más frecuentes en animales de más de cinco años y se manifiestan con claridad a partir de los nueve. El cáncer de próstata se da en perros mayores de diez años. En el caso de las hembras podemos decir que las piómetras suelen aparecer con más frecuencia a partir de los siete años y que los tumores más habituales son los mamarios (entre los 10 y los 11 años.
- Sistema musculoesquelético: la pérdida de masa y tono muscular, las alteraciones óseas (predisposición a fracturas) y las lesiones en los discos intervertebrales, entre otras alteraciones, suelen ser la causa de consulta de los propietarios tras observar en su perro claudicaciones, rigidez en las extremidades…
La enfermedad articular degenerativa es la más frecuente en los perros de edad avanzada; en estos casos es muy importante prevenir o controlar la obesidad.
- Aparato Cardiovascular: la enfermedad cardiovascular es común en animales geriátricos y suele producir síntomas; casi una cuarta parte de las cardiopatías caninas suceden entre los 9 y los 12 años, y una tercera parte en los animales de 13 años en adelante.
Los casos de hipertensión en perros senior suele producirse de forma secundaria a enfermedad renal crónica y a endocrinopatías.
- Sistema Respiratorio: la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es un conjunto de trastornos respiratorios que producen en el animal dificultad respiratoria o respiración anormal, reducción del tamaño de las vías respiratorias, tos…
La obesidad suele dificultar en gran medida todos los procesos respiratorios, por lo que las medidas para la reducción de peso suelen favorecer a los perros con tos crónica
- Sistema nervioso: en los animales mayores existe una clara disminución del número de células nerviosas en todo el organismo y por tanto una disminución de la reacción a los estímulos; entre las enfermedades más habituales en los perros de mediana y avanzada edad en lo referente al SNCentral están la mielopatía degenerativa y la enfermedad del disco intervertebral.